La inertización con gases nobles: nitrógeno, aligal etc, es un método seguro para mantener constantemente una capa protectora de gas encima del vino evitando su oxidación.
Cuando el vino no se conserva bajo atmósfera inerte, las bodegas cuentan con muchos depósitos de pequeño volumen para que el vino no entre en contacto con el aire ya que el vaciado es más rápido.
Con gas inerte, no existe limitación de volumen, puesto que no hay riesgo de oxidación.
Nitrógeno es el gas más utilizado, barato, fácil de manejar, poco soluble y sin color ni sabor, se presenta en botellas/bombonas de alta presión o se produce con un generador de nitrógeno.
Elementos necesarios para el proceso de inertización de los depósitos: estación de servicio, canalización, válvulas y gas inerte.
Estación de servicio su principal cometido es el control de la válvula de doble efecto de cada depósito garantizando que cuando se llena o vacía, el contenido de gas se compensará automáticamente para mantener la capa protectora.
Para garantizar la compensación volumétrica, se prueba directamente en el depósito durante las
operaciones de llenado y vaciado.
Este tipo de instalación es adecuado en sistemas de almacenaje de vaciado por gravedad o mediante bombas de baja capacidad para su posterior distribución a planta.
Gracias a la inertización, se logra la optima conservación del líquido sin alteraciones organolépticas.